Estos animales están en la perrera municipal de Badajoz, un lugar obligado a recoger a todos los animales de su zona limítrofe y que se ven obligados a sacrificar, como en miles de perreras de toda España.
En esa perrera, como también sucede en muchas por suerte, hay un grupo de personas que hacen lo que pueden por salvar el mayor número de vidas posibles, logrando adopciones y acogidas.
Justo ahora están pidiendo ayuda a gritos porque hay treinta perros que tienen próxima la fecha de sacrificio.
Se necesita ayuda en forma de adopciones, acogidas temporales y difusión.
Aquí os dejo algunos de sus rostros en primer plano, rostros que no han hecho nada para pagar con su vida la sinrazón humana.